Según nos acercábamos a Sabiñanigo ibamos viendo más coches cargados de bicicletas, sobre todo en los últimos kilómetros antes de llegar a Sabiñánigo, donde la caravana de furgonetas y coches con portabicis hacía que tuviéramos que circular despacito., pero eso sí contentos y entretenidos, ya que podíamos ir viendo una gran cantidad de bicicletas desde nuestros asientos. Era como navegar por internet viendo todos los modelos de bicicletas que te puedas imaginar a través de las Windows de la furgoneta.....
Al llegar quedamos con Adolfo y Aroa (mi hermano y mi cuñada) que nos darían cobijo durante el fin de semana en su casa. Y es de agradecer porque tener un lugar donde dormir calentito y darte una buena ducha después de la carrera vale oro.
Una vez dejamos las mochilas en su casa nos fuimos a la feria. Suerte que ya nos habían recogido los dorsales por la mañana, así no teníamos que hacer cola por la tarde y podíamos disfrutar en la feria de ciclismo que se hace en el pueblo.
La feria está muy bien, puedes comprar ropa, cascos, complementos, hacer inscripcciones a revistas, ver famosillos..... Y todo a muy buen precio. Había bastantes productos con un 50% de descuento.
Lo malo es que como llegamos el viernes a las 8 de la tarde encontramos que ya no quedaban muchas tallas y modelos de mallots y cascos para nosostros. Aún así pudimos hacer alguna comprilla.
El año que vienen intentaré venir el Viernes por la mañana porque merece la pena la feria, es facil encontrar buenos chollos, pero claro si entras de los primeros.
Después nos fuimos a cenar (haciendo una parada previa en casa para abrigarnos, porque la noche estaba más que fresquita).
Fuimos a una pizzería, eran pizzas caseras y que ricas que estaban.
Después de super hidratarnos y super vitaminarnos nos fuimos a la piltra, que a las 6 tocaban diana.
A la mañana siguiente después de desayunar, nos asomamos al balcón y ya se veían mogollón de ciclistas pasar.
La mañana estaba bastante fresca. Hacía sol pero las cumbres estaban tapadas por un montón de nubes negras que no tenían buena pinta. En el lado Francés fijo que llovería y que haría frio.....
Me pongo de corto, pero con los maguitos que hacía poco me había comprado. Menos mal que me díó por comprarlos porque si no me congelo. Joé que frío, sol pero frío. Y en las cumbres nubes negras, negras....
A las 19:30 dan la salida de la Quebrantahuesos. Durante media hora no para de pasar gente por debajo del arco de salida. Al rededor de 8000 ciclistas.
En cuanto salieron todos los de la Quebrantahuesos, nos pusimos en la línea de salida para dar comienzo a la Treparriscos.
E iniciamos el recorrido con bastante frío, deseando subir cuestas para entrar en calor.
El recorrido precioso, muy bonito, nos acercabámos a Biescas por carreteras secundarias, rodeados de bosques, con sol pero frio. Y al fondo, en lo alto unas nubes negras tremendas.
Y efectivamente antes de llegar a Sallent de Gállego ya llovía, hacía viento y mucho frío. Yo me bajé los manguitos, no porque tuviera calor, si no para poder tener algo que ponerme en la bajada....
En cuanto coronamos en Formigal, yo me tiré a cañon en la bajada, deseando volver al valle para entrar en calor.
Pasado el tunel de Escarilla dejó de llover y la carretera estaba seca. A sí que a bajar deprisa. Alcancé los 83,3 Km/h, no había ido nunca tan rápido en bicicleta. El problema vino cuando quise frenar, porque una bici no es una moto... Menudo susto me dí, la bici frena pero se toma su tiempo.....
Al llegar a Biescas soplaba el viento de cara con fuerza, así que hicimos un grupo muy majo y nos fuimos dando relevos hasta Sabiñánigo. Ívamos a tope (yo por lo menos) no bajábamos de 42 Km/h. Tenía sed, pero si bajaba una mano para coger el bidón fijo que los perdía, así que a dar pedales.
Es una sensación muy chula, te sube la adrenalina y te sientes genial... Cuando crucé la meta me tumbé en el suelo con las piernas ardiendo....
Enseguida llegaron mi hermano y mi cuñada, que me habían visto entrar en meta, y al poco llegó Juan Carlos.
En Sabiñánigo hacía sol pero mucho viento. Al sol se estaba bien, así que nos fuimos a la zona de llegada a tomar unas cervezas. Previamente dejamos las bicis en la zona de parking avilitada y cuidada por la organización. Se pueden dejar las bicis sin problemas.
Unos litros de cerveza después nos fuimos a casa a descansar. Ducha y siesta.
Por la tarde nos acercamos al centro del pueblo a tomar algo y dar una vuelta.
Serafín y Pedro llegaron a las 19:30 de la tarde, contentos, muy contentos pero con mucho frío.
Habían conseguido terminar la Quebrantahuesos pero nos contaban que habían pasasdo muchísimo frío. Durante todo el recorrido en Francia (algo más de 100 km) no había parado de diluviar. Muchísima niebla, no se veían ni los pies dando pedales.
Llegaron con las zapatas de frenos totalmente desgastadas, de bajar todos los puertos frenando.
Pero aquí estaban lo habían logrado....... ENHORABUENA!!!!!!!!!
Antes de irnos a cenar, me tocó en un sorteo una inscripcción para el año que viene, con salida en lugar preferente y cena la noche anterior a la carrera para dos personas. TOMA TOMA que alegría me llevé, me apetece mucho hacer la Quebrantahuesos. Espero que el año que viene el tiempo acompañe.
Después de una gran cena en un restaurante que nos llevó Aroa nos fuimos a dormir.......
Al día siguiente nos enteramos que se habían retirado 3000 ciclistas devido a las duras condiciones climatológicas. Hubo muchas hipotermias, en los pueblos Franceses la gente dejaba entrar a los ciclistas a sus casa para darles de beber café, té.... También habilitaron Iglesias y Gendarmerías para que la gente se resguardara del frío. En las cumbres del Pirineo nevó.....
La organización fletó autobuses para ir a recoger a la gente que se retiraba, al igual que un trailer para recoger las bicicletas.
Por lo demás la organización de la carrera maravillosa, el pueblo entero se vuelca con la prueba y te tratan de maravilla.
Muchas gracias a tod@s los que haceis posible todo esto. El año que viene nos vemos....
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